12 septiembre 2007

Resumen del último Congreso del PT brasileño

Por Prensa Frente Transversal

Lula, imbatible

Hace días se realizó el Tercer Congreso del Partido de los Trabajadores (PT), la mayor fuerza de izquierda de América latina. En el mismo asistieron y debatieron cerca de 1000 delegados, representantes de más de 900 mil afiliados, llegando a la aprobación de conclusiones que son de importancia, no sólo para las fuerzas populares brasileñas, sino para todo el campo popular latinoamericano.

Fue importante la presencia de dirigentes políticos de los partidos de izquierda y de las fuerzas populares de toda América Latina. Desde Argentina, estuvimos presente como Frente Transversal, con una delegación formada por: Edgardo Depetri, Oscar Laborde y Nelson González. Además, asistieron los compañeros Hugo Yasky (CTA), Fito Aguirre (CTA), Isaac Rudnik (Libres del Sur), entre otros.

En el Congreso se aprobaron las grandes líneas políticas e ideológicas del PT para los próximos años. Lula reafirmó, en el discurso del sábado, estas posiciones históricas, del partido que él fundó en 1980 y del que fue candidato presidencial en las elecciones de 1989, 1994, 1998, 2002 y 2006.

Para llegar a esta instancia de Congreso, el Partido de los Trabajadores pasa por un largo proceso de elección de sus delegados y de debate sobre las tesis presentadas por las distintas corrientes internas. Se realiza a través de encuentros, asambleas, donde no sólo se discute la táctica, sino en este caso, también, la estrategia a seguir en los próximos años. En esta oportunidad se debatió a partir de tres ejes:

El socialismo petista

El Brasil que queremos

El PT que necesitamos

El Partido de los Trabajadores tiene un sistema de funcionamiento que permaneció a lo largo de décadas, con el reconocimiento de corrientes internas, cuyas posturas van desde el centro hasta la izquierda, y cada una presenta su tesis para ser aprobada y votada a lo largo de distintas instancias de asambleas, para culminar en el Congreso.

Esta democracia partidaria, basada en el debate y en la resolución de contradicciones, fue lo que le permitió permanecer en la vida política durante tantos años; luchar desde la oposición como desde el gobierno, pero siempre manteniendo la herramienta del Partido.

El mismo presidente petista, Ricardo Berzoini, admitió que fue poco menos que una proeza haber garantizado en estos dos últimos años la coexistencia pacífica de corrientes como Construyendo un Nuevo Brasil, cuyo referente es Marco Aurelio García, Mensaje al Partido, del actual ministro de Justicia Tarso Genro, Esperanza Roja que encabeza Valter Pomar, entre otros referentes de un conglomerado de agrupaciones de izquierda.

Y en el cierre terminó diciendo: “El grado de unidad que conseguimos aquí no es poca cosa para un partido tan heterogéneo como el nuestro... Fue un congreso positivo, que mostró la capacidad de diálogo de las distintas corrientes”

Las seis principales corrientes internas que participaron del evento también coincidieron en su posición anticapitalista y, en defender el carácter socialista del proyecto de país que el PT propone para Brasil. El acuerdo no hizo más que refrendar las tesis que en ese sentido habían sido consagradas en los congresos de 1990 y 1999.

Esta afirmación nos muestra que como fuerza política sigue manteniendo las banderas y los objetivos políticos que le dieron nacimiento. Nunca copió modelos de organización ortodoxos, muy por el contrario, fue un digno representante del pueblo brasilero y así surgió, con dirigente sindicales, con militantes de la teología de la liberación, con combatientes de fuerzas de izquierda, e intelectuales que aportaron con sus ideas a la causa popular.

Y hoy continúan en sus filas como dirigentes del Partido. Se enfrentaron a la dictadura, al neoliberalismo y hoy, también desde el gobierno, siguen enfrentando a las fuerzas de derecha.

Es terrible la agresividad de los grandes medios de comunicación contra el gobierno. Y tan sólo como ejemplo de esta guerra declarada de los sectores del poder permanente, está el hecho de que el martes pasado, tres días antes del inicio del Congreso, el Supremo Tribunal Federal habría procesado penalmente a dirigentes del PT, con la intensión de empañar la realización del Congreso.

Un aprendizaje de esta experiencia, es la claridad con que avanzan distinguiendo los objetivos políticos como Partido, donde se proponen construir una sociedad socialista, otro, lo que puede realizarse en el gobierno, en esta realidad nacional y regional. Sin embargo, también tienen claro que lo que hay que evaluar del gobierno petista, es si cada una de sus acciones es en defensa del pueblo, y si estos pasos los acerca a los ideales del PT, de una sociedad más justa y equitativa.

Contra todas las hipótesis de la oposición brasileña, representada por los socialdemócratas y por la derecha conservadora, el presidente Luiz Inacio Lula da Silva defendió la vigencia y salud de la organización. "No hay nada de lo que debamos avergonzarnos, nadie tiene más autoridad moral y ética que el PT”, dijo en contraposición a las previsiones de la prensa brasileña.

Es innegable que la llegada de Lula da Silva a la presidencia, y su rol internacional, ya implica un profundo cambio en la historia de Brasil. Con un país, donde existen grandes diferencias sociales, donde los sectores de poder siempre gobernaron, el que hoy esté en la casa de gobierno, alguien que fue lustrabotas en Pernambuco, que fue obrero metalúrgico, es una realidad que no pueden aceptar.

Tampoco, pueden entender como más allá de las denuncias por corrupción, de las campañas de prensa constantes contra su gobierno, Lula siga teniendo la aceptación popular, y haya obtenido 58.000.000 de votos, logrando la reelección. Lo que no quieren reconocer, es que si bien el PT tuvo que hacer alianzas con fuerzas de centroderecha para poder gobernar, las acciones de gobierno fueron mejorando sustancialmente el nivel de vida de los más humildes, y dando avances en la distribución de la riqueza, mejorando la vida de su pueblo.

Este III Congreso tuvo conclusiones positivas, pero una de ellas es fundamental, y sobre la que la derecha batalló estos últimos tiempos y es la separación entre Lula y el PT y con ella se daría la separación con el pueblo. Sin embargo, con su gran lucidez política, Lula afirmó: "El Palacio del Planalto está a disposición de ustedes. No sólo recibimos reyes, príncipes o presidentes. Ni únicamente banqueros.

Aquí entran negros de los quilombos, portadores de deficiencias, empleadas domésticas, recolectores de basura. Este Palacio es de todos los brasileños". Y agregó con sabiduría "Una lucha de la magnitud de la nuestra no se hace sin dolor" y agregó “La vida es muy corta y no tenemos derecho a sentirnos derrotados".

Más allá de todos los ataques recibidos y todas las estrategias de la derecha para doblegar al Presidente de Brasil, demuestran su impotencia, cuando Lula sigue confirmando sus ideales: "nosotros (los del PT) cambiamos, es verdad. Pero lo hicimos porque también la realidad cambió. No transigimos en nuestro compromiso con los sectores más excluidos de la sociedad brasileña". Y defendió al PT "en la construcción de la democracia".

"No tengo miedo de ser petista y de andar con la estrella (roja) en el pecho. El PT es uno de los grandes artífices de los gigantescos pasos dados por Brasil rumbo a su dignidad, algo que se percibe en el mundo entero", Y agregó algo sustancial: "Mi trayectoria política es inseparable de la trayectoria de mi partido".

El III Congreso del Partido de los Trabajadores ha sido de un aporte importante en estos momentos tan difíciles y de una disputa fuerte, en todos nuestros países con los sectores de poder que no se resignan a perder su poderío. Demuestra, una vez más, que en América Latina, cada país, cada gobierno popular está haciendo su experiencia, aún con dificultades y errores, para ir dejando atrás esta terrible etapa del neoliberalismo y comenzar una nueva etapa política que de pasos hacia otro tipo de sociedad más equitativa.

Como Frente Transversal fuimos construyendo una relación política con la Dirección del PT, basada en el respeto y en la fraternidad. Esto se vio tanto en el Seminario Internacional realizado en Buenos Aires en el mes de julio, como en el recibimiento cálido y fraterno a nuestra delegación, en San Pablo., entre otros. También, vivimos momentos de emoción al poder encontrarnos con muchos compañeros dirigentes de las fuerzas populares de Bolivia, Uruguay, Venezuela, Chile, Nicaragua y

El Congreso del PT fue un hecho importante y también emocionante. No sólo por la historia de esta fuerza, por lo que están construyendo, sino porque es una muestra de que los militantes del campo popular de Latinoamérica, seguimos con nuestros sueños y nuestras certezas y que estamos viviendo con alegría y entusiasmo este nuevo tiempo político. Somos conscientes de las dificultades, pero lo más importante que estamos dando pasos, cada día más hacia la unidad de las fuerzas populares de América Latina.

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